Hace unos días murió el famoso neurólogo y escritor Oliver Sacks. Autor de libros en los que combi-
na con un magnífico estilo literario, algunos casos curiosos de su especialidad. La gracia, además de
lo extraños que son, el enfoque científico con una deducción a ritmo de Conan Doyle, y cargada de
un humanismo en que pinta al ser humano en su exacto punto de dimensión, en salud y enfermedad,
su apego solidario a su paciente enfermo, tratándolo con dignidad y respeto, lo colocan en una cima
de difícil alcance. Su experiencia médica, narrada en sus estudios y prácticas de un neurotransmisor la levodopa,
y el inicio de una revolución terapéutica que fue llevada al cine como "despertares", protagonizada
por Robert de Niro y Robin Williams y otras obras maestras , la más conocida "El hombre que llegó
a su casa y confundió a su mujer con un sombrero", nos dan la idea de su talla.
El otro es David Owen, médico y político de una del cámaras inglesas, que entre sus estudios foren-
ses escribe "En el poder y en la enfermedad", decribiendo con investigaciones minuciosas las
dolencias físicas y trastornos mentales que aquejaron a muchos y muy importantes gobernantes, y
su influencia en los hechos que determinaron la historia, que fueron ocultados y sus probables
consecuencias. Entre otras obras , de igual valor , se destaca esta.
Y el periodista y escritor David Yallop, que escribió "Quienes se robaron el juego", anticipándose
en más de dos décadas en denunciar las felonías y simonías que han sacado a la luz, algo que
era un secreto a voces, la corrupción de la FIFA, y evidenciando la fragilidad del hombre ante
el dinero y el poder. Algo que ahora parece pertenecer más a la "normalidad estadística" que
a la degradación social. Y dándole la razón a Enrique Santos Discépolo que puso en letra y mú-
sica de tango , en 1935 el tango que lleva como título "Cambalache".
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