Porque el cree que por ser un exitoso empresario, multimillonario, voraz consumista y consumidor,
tiene patente de corso, para darse el lujo de no ser políticamente correcto.
Esos arcaicos prejuicios racistas y excluyentes, ese desprecio miserable por los migrantes,
esa actitud desembosadamente estúpida , ante otro idioma, cualquiera que fuera,pero en este caso el
extraordinariamente rico, recursivo, exacto y estético castellano, y su innumerable gama de dialectos,
y de musical diversidad de expresión, es exsecrado por este millonario rústico que lo ignora y se
atreve a degradarlo descalificándolo, como emblema pretensioso de una apología a su ignorante
desdén. Algo así, como "soy multimillonario, he eyaculado por ello".
Su medieval y burdo sexismo.
Sin embargo , más allá de esa conducta detestable, que se queda en ese nivel, apoya la socialización
de la salud y la distribución de la riqueza, cobrando más impuestos a los ricos y menos a los pobres,
es visto ahora por sus "contrincantes republicanos," como su punto más debil.
Per en realidad lo que más atrae es su actitud de decir lo que le da la gana.De no ser políticamente
correcto, de ser el dueño del balón, que suspende la partida y se lo lleva, si no le dajan cobrar el tiro
libre. No decir "los y las" como pronombres vocativos.
Hago lo que quiero, porque puedo, y puedo porque tengo dinero . Eso es secretamente envidiado.
Y popular. Los otros no son mejores. Guardan las formas hipócritamente, nada más.
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