Pero ellos sí lo son. Porque tienen derecho a serlo.
No me mueve el miedo de la fundamentalista represalia, sino el respeto a otras ideas .
El mismo que me mueve a respetar las expresiones de la revista satírica francesa.
Pero la tolerancia, el respeto a disentir y la libertad de expresarlo, son valores que en estos
tiempos de violencia extrema, se van diluyendo , hasta convertirse un borrón en el paisaje.
Puedo leerlos o no. Hacerles caso o no. Esa es mi deliberación. Mi opción libre de pensar
y actuar.Pero no soy el Juez que pone los límites. Ni tengo la vida de las otras personas
en mis manos. Papel contra balas no edifican nada.
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