jueves, 1 de diciembre de 2011

EN EL PROFUNDO CAUCE DE MIRADAS

Cada día que pasa voy observando,
en el profundo cauce de las miradas,
los ojos tristes de un niño sólo,
que con su cara sucia ya va cargando,
a su hermano menor como caballito,
y descalzo quema sus pies vereda arriba.
Como sucio es el negro de las miradas,
que indiferentes corren rabias adentro,
en medio tráfico incandescente,
y van quemando llanta para avanzar un puesto,
en esa larga fila que va muy lento,
muy lento siempre, siempre al infierno.
Indiferentes de todo lo que pasa a su alrrededor,
inadvertidos suben niño y jinete.


Eduardo Larrea Martínez
2 de diciembre  2011

2 comentarios:

  1. Doc! ¿Alguna vez ha llorado por verles a estos pedazitos del mundo mirándole a sus ojos? Yo si.
    Y mi madre también.
    Pero el trafico enublese los ojos y el corazon de casi todos.
    ¿ o sera q es mas facil ya no ver?

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  2. es complicado, la respuesta seria comprometerse creo yo! en estos tiempos no muchas personas lo hacen.

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