Son demás los peligros de esta vida,
para quien tiene pasión; principalmente
cuando una luna llega de repente
y se cuelga del cielo, como olvidada.
Y si a la luna que actúa desvariando,
viene a unirse una música cualquiera,
ahí, entonces, es necesario tener cuidado
porque debe andar cerca una mujer.
Debe andar cerca una mujer que es hecha,
de música , de luna y sentimiento,
y a quien la vida no quiere de tan perfecta.
Una mujer que es como la propia Luna,
tan linda que sólo esparce sufrimiento,
tan llena de pudor, que vive desnuda.
Vinicius de Moraes Traducido al español por Eduardo Larrea M.
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