Para vivir, vivir así.
Bellísima inteligente, con altos y bajos tan intensos como su vida.
Decidida, valiente, apasionada, íntegra generosa, difícil y generosa.Una luz en Ecuador, en París.
En el teatro, en el cine, en la televisión.
Inclaudicable en su entrega a la vida.
Me recuerda a la pequeña y brutal fortaleza de Edith Piaff, al cantar "No me arrepiento de nada".
Pero un torbellino tropical y no un frágil gorrión francés. Marcando el paso. Al compás inconfundi-
ble de sus códigos estríctamente establecidos y prolijamente coherentes.
Eso muestra la película de "Mi TíaToty", hecha por un ser con muchas relaciones genéticas,
de una brutal sensibilidad. Cruelmente cristalino. Su sobrino León Felipe.
Vivir para vivir, sólo vale la pena vivir para vivir.
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