sábado, 31 de agosto de 2013

LECCION BASICA

Señor Presidente:

He escuchado con paciencia su sabatina de hoy.

Los sofismas repetidos, trillados y gastados.

El tono que usted pretende y cree que es  de agudo sarcasmo, pero en realidad es burdamente burlón.

La ligereza con que acusa,  resguardado  tras todo ese autoritarismo forjado que lo protege  y le permite

una impunidad indigna, desacredita, insulta, remeda,  injuria calumniosamente al que le viene en gana,

llegó al punto de su incidente con Jaime Guevara , que le hizo una mala seña.

Tiene razón al decir que no es admisible que un alumno le falte el respeto a su profesor, que un hijo le falte el

respeto a su padre. Pero como casi siempre se queda en la epidermis. Si un profesor irrespeta a un alumno,

qué le está enseñando? a irrespetar. Si un padre no respeta a su hijo, cómo lo está educando? Que valores

le transmite? Cuan corresponsable es de esa carencia de valores y civilidades?

Por si alguien no lo sabe, Jaime Guevara es abstemio y no consume substancias psicotrópicas.

Su beligerancia patológica provoca esas reacciones.

Y no todos le tenemos miedo. Ni a usted ni a su guardia pretoriana, nutrida por cierto.

Y mentir es un error.

Me permito darle una lección de vida que yo he aprendido y trato de practicar con rigor:

PARA SER RESPETABLE, HAY QUE SER RESPETUOSO.

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