miércoles, 14 de agosto de 2013

APRENDIENDO A CONJUGAR EL VERBO PERDER

Parece que no tener "éxito", está proscrito en esta sociedad que no acepta perdedores. En Estados Unidos

ser un "loser", o sea un "perdedor", convierte a la persona casi en un paria.

Ese es para mi un error conceptual, con el que no concuerdo. Realizarse en la vida es encontrar un camino

muy personal, que no puede uniformizarse.

Veamos un ejemplo de moda.

¡ La Liga no gana !. Dennos la cabeza de Bauza. ( Me recuerda a la muchedumbre que recibe un domingo a

Jesucristo , entre ramos, triunfal y redentor, y lo crucifica al siguiente  domingo.

A los jugadores no les pesa la camiseta de Liga. A la Liga le pesa la Copa Libertadores que ganó, y que la

gente cree que le obliga a ganar siempre. Y no sólo a ganar! A ganar, gustar y golear.

Esto desespera a la dirigencia (el Negro Paz, no, porque la experiencia, hoy vilipendiada, sirve). ,al

entrenador, cuya renuncia serviría como válvula de escape para una hinchada que insulta pero no apoya,

no aporta ni con su asistencia al estadio, y que se permite hasta levantar sospechas de la honestidad de per-

sonas que le han dado al equipo institucionalidad, solvencia, manejo transparente, balance financiero,in-

fraestuctura, patrimonio, estabilidad, y esfuerzo. Y desespera a los jugadores. Parece que estamos en tiempos

de intolerancia, de mendigos con escopeta, con la endeble justificación de que un juego como el fútbol es "pa-

sión". Y desespera a los jugadores. Y hay un círculo vicioso, como en el diario vivir, donde hay fobia por

lo que se les puede ocurrir como "fracaso". Hay que aprender a conjugar el verbo perder. Es parte de la

vida. Y recordar a Galeano que oyó pasar a un grupo de muchachos cantando "ganamos, perdimos, igual

nos divertimos.

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