Después de que seis de agosto de 1945, la bomba atómica, arrasando Hiroshima (¿Antes o después del juicio de Nuremberg?), fue tan grande el horror destructivo del arma, que todo el mundo, entró en
pánico y paranoia. En los estados unidos la gente corría a los bunkers improvisados ante los simulacros. Sonaba una sirena, y la humanidad se metía por donde podía, para protegerse. Esto al lado del también horrible bombardeo de Londres por los Nazis, era aún peor. Devastador.
En el bus escolar , cuando yo de niño viajaba a la escuela Espejo. El bus era un emporio de leyendas urbanas , creación de mitologías infantiles de alto colorido por la fértil imaginación de la inocencia.
Se hablaba de la Bomba H, 50 veces más potente que la primera.
Después de la bomba de "neutrones" que mataba selectivamente seres humanos, dejando las
edificaciones y carreteras intactas. Nunca pregunté que pasaría con los animales y vegetales. Hubiesen surgido más de cincuenta teorías.(Disculpará la ortografía, doña Susanita).
Cuando Argentina y sus sicarios uniformados y esquizofrénicos, "Los robachicos" se metieron
a la descabellada aventura de hacer una usina nuclear por Bariloche. Los milicos brasileños respondieron haciendo la represa de Itaupu, entre Paraguay y Argentina hicieron la mayor hidroeléctrica del mundo. Si se abrían de golpe las diez y ocho compuertas al mismo tiempo, Buenos Aires estaría bajo el agua. Era "La Bomba Hídrica".
Después de la sabatina del sábado pasado, en que Correa se autoalabó, hablado de que gracias a sus
obscuros malabares, ha conseguido al fío, a cambio de ??? (pero no es gratis, no señor) , para ver
si alcanza para pagar los sueldos nos ha permitido graciosamente pasar este Diciembre bailando.
En seguida pensé "Este hombre nos va hacer bailar la bomba, si la del Chota."
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