En la vida, y con los muchos hechos que uno ha visto u oído , puede hacer una lista de los lugares comunes o "clichés" que pueblan nuestros cuotidianos quehaceres.
Deportivos:
Las entrevistas:
Las preguntas parecen repetirse: Qué opina del próximo rival, que viene muy golpeado y ha perdido sus cuatros últimos encuentros?
Y bueno, por ahí, esto recién empieza, y respetamos a todos los rivales. Por ahí sabemos que están muy necesitados de triunfos, tienen muy buenos jugadores, y por ahí, tratarán de sorprendernos con la velocidad de sus delanteros.
O cuando hay dos campeonatos en marcha:
Se viene un rival muy fuerte por la Copa Sudamericana, como va a plantear el partido. Reservará a algunos de sus jugadores para el torneo local?
El DT responde: No, hay que pensar partido a partido.Pensar sólo en la Copa es faltarle el respeto a nuestro próximo rival. En el transcurso de la semana evaluaremos la forma de hacer un partido inteligente, tratando de no descuidar ninguno de los dos torneos, que son muy exigentes, pero nuestros muchachos están muy bien preparados.
Disculpe profe: Piensa repetir el mismo esquema que ya ha practicado contra otros rivales?
DT: Mire, nosotros trabajamos con una idea; eso no significa que tenemos que morir con las botas puestas.La idea, ante todo , es que el mensaje que se transmita a los jugadores sea claro, que permanezcan concentrados los noventa minutos.
En el cine:
El policía halla malherido al hombre que tiene la información, le levanta el cuello y la pregunta
"¿quien fué?"
El moribundo balbucea casi ininteligiblemente ..."y fue...", y muere.El policía insiste en la pregunta.
El muerto, obviamente no responde.
Un hombre , recibe un balazo sentado en su auto estacionado.
Cae sobre la bocina de su carro, y rompe el silencio de la noche con un pito que parece perpetuo. Nadie aparece ni se despierta , a pesar de estar en una calle céntrica a las 9 de la noche.
En el Centro de Manhattan, bajo la lluvia, delincuentes huyen en su coche.
El detective levanta la mano y mágicamente aparece un taxi.
"Lo toma y le dice : Siga a ese carro."
Un impoluto magnate, refinado y correcto, mata a su secretaria, al mensajero y a su socio. Espera mansamente a las sirenas que se acercan y sin prestar resistencia ni hacer algo con el arma, se entrega
con la mirada perdida, repitiendo "Estoy cansado , estoy muy cansado".
El policía recibe el arma y lo ayuda a incorporarse: "Tranquilo, tranquilo, está todo bien".
Un hombre despotrica contra un tercero, ante un interlocutor que lo oye atentamente, de pronto éste con la cara desencajada manda un silente mensaje subliminal con la mirada clavada en el horizonte.
El maledicente se calla. Hay un tenso silencio. Pregunta "¿¡Está tras mío, verdad?!"
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