Carlos Arroyo del Río, liberal, apoyado en la represión favorece descaradamente los intereses de
la plutocracia guayaquileña, banqueros y agroexportadores. La situación del país es ruin.
Pierde la guerra contra el Perú, se ve forzado a firmar el protocolo de Río de Janeiro y consigue
lo que ni el terremoto ni las tropelías de Alianza Pais.
Unir a la oposición. Que lo depone y trae en hombros a Velasco.
Un año después, este demagogo se vira. Pasó hace 72 años que se cumplieron ayer.
Parece que la gente lo ha olvidado. Yo no.
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