domingo, 18 de diciembre de 2016
17 DE DICIEMBRE:
Ayer fue el cuarto aniversario de la muerte de mi madre. Ahora es su recuerdo y su enseñanza.
Ahora es el pasado. Ahora no es.
Siempre fue una gata, inteligente, ágil, elegante, rápida, silenciosa e independiante.
Ahora hay gata.
Ayer fue el centésimooctagénésicosexto aniversario de la muerte del Libertador.
El fin de su irrefrenable y onírico laberinto de luces y sombres.
Siempre habrán soñadores preclaros.
Pero Simón Bolivar ya no está.
Basta estar vivos una vez, para saber a ciencia cierta que ya no estaremos más, después de
un tiempo.
Es la situación eterna de no serlo, de ser finitos.
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