Recuerdo que en Semana Santa, se vivía un tiempo de recogimiento y refelexión. Después ya de
adulto joven, aunque sin fe alguna, me impresionaba la magnificiente y plásica liturgia con Las
Caudas, en la catedral, el desfile de los cucuruchos púrpuras, mártires de su conciencia, intoxicados
de castigos y silicios encarnados, para pagar sus culpas, para exorcisar sus fantasmas.
El viernes Santo, siempre llovía, y la gente se recogía en las iglesias para el silencioso lamento del
pecado inexistente.
Y se escuchaba Música Sacra y Cantos Gregorianos en las emisoras radiales.
Hoy día no hubo una sola radio que nos regalara esa belleza auditiva y solemne.
Rumiando los 2 puntos perdidos por la sección de fútbol en casa ante paraguay. Una Radio Católica
dando un sermón, radios pregonando el espectáculo del evangelismo. La gente en la Playa.
Otros comiendo Fanesca.
A principios de la semana Mayor un atentado suicida deja más de treinta muertos y más de 300
heridos en el aeropuerto y en el tren subterraneo, en nombre del Islam, del Califato y de la guerra
"Santa" contra los infieles. (Que son los que pueden o no creer en lo que los guerreros del "jidah"
creen,) y que estuvieron en el momento y en el sitio equivocados.En Bélgica.
Felices Pascuas.
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