Soy temperamemtal. Todos nacemos con un temperamento, sea pasivo, explosiva, nervioso. No cam-
bia. Es lo que dicen genio y figura hasta la sepultura. Pero no podemos vivir al arbitrio de nuestros impulsos irreflexivos.
Tenemos el caracter, que nos permite domar al temperamento, controlarlo.
Entre los dos forman la personalidad.
Cuando escribí el último blog sobre el Yachay me distraje, dando rienda suelta al temperamento y volviendome muy adjetivado e insultante con René Ramírez. Error. El desahogo me baja el nivel de análisis.
La razón no pide fuerza.
Hoy leí el artículo del Dr. Iván Sandoval ,sobre el mismo tema.
Es mucho más profundo y contundente. Más claro.
Siempre cabe un mea culpa, por más molesto que esté con el abuso de poder.
En frío, y personalizando menos y conceptualizando más,
La personalidad nos permite reconocer el error y rectificarlo.
Siempre que no nos mueva el miedo.
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