Por el 2014, la suerte , y el destino me han permitido asistir a un concierto de Paul Mc Cartney, bajista
de "The Beatles" , la banda de rock popular más influyene en la cultura mundial del siglo pasado,
único de los cuatro que continua en actividad. John murió asesinado en NY el 8 de Diciembre del ochenta,
y George Harrison dejó este mundo el 99 ,consumido por el cáncer de laringe, factura del cigarrillo.
Ringo, Richard Starkey, Starr, que tal era su nombre artístico está retirado.
Los oí por primera vez el 63. En un tocadiscos portatil que me prestó con el disco de Parlophone "With
The Beatles", mi amiga Yolanda. A los 8 años tomé conciencia clara de que este grupo marcaría
el siglo veinte. McCartney se ha encargado de perennizarlo.
Genios, carismáticos, trascendentes, han enriquecido el espíritu de generaciones. Entre esas , la mía.
Que noche! Con un sobrio , y profesional dominio escénico, conectó de inmediato con el público,
sin ser empalagoso ni sobreactuado. Calentó la noche fría e hizo pasar a la intrascendencia al aguacero,
que se presentó corto pero con fuerza.
El sonido y el video, como sus acompañantes, sin fallar en nada.
40 canciones en un viaje atemporal por el recuerdo y por la historia.
Los instrumentos. Su ejecución y su preservada y bien administrada voz nos sumergieron en un viaje
de deleite indescriptible.
Perder la oportunidad de verlo , rayaría en lo sacrílego.
Verlo y cantar con el en compañía de mi mujer y de mis hijos, fue un bocado de cardenal.
Que noche!
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