Shakespeare , observador profundo del comportamiento humano, sus conflictos,sus grandezas y sus miserias escribió entre otras, la maravillosa Tragedia de Hamlet.
En ella, Claudio, mata a su hermano el Rey de Dinamarca, para usurpar el trono y casarse con Gertrudis, su cuñada, viuda del Rey muerto en el fratricidio y madre del Príncipe Hamlet.
Llama mucho la atención , el método que usa Claudio para asesinar a su hermano.
Cuando este duerme, vierte veneno en su oído.
No nos es extraña la metáfora. Es el milenario y miserable principio , del uso del rumor, la maledicencia, el chisme. Tan cuotidiano, tan cercano a nosotros, y una vil expresión de lo peor que
pueda producir una persona para acabar con la honra y la reputación de su congénere. Hasta en una forma figurada o literal, destruirlo.
Mal aventurados los que usan y practican aquello de "Piensa mal , y acertarás". Malaventurados los pobres de espíritu, porque son sobre la tierra, lo que después serán bajo la tierra.
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