de novecientas páginas. Por eso , sin que se me hayan pasado las voces emblemáticas de Carlos
velocidad y precisión, con la que narraba los emocionantes eventos deportivos, sobre todo fútbol y
automovilismo. El tan erudito, como odioso Mauro Velásquez, que tenía gran conocimiento de datos,
y en vez de saliva hiel, amarga como su amargura.Acolitado siempre por su servil lacayo, Raul Villar,
Del inefable Pocho Harb, diputado armado, ex presidente de Barcelona, pro-témpore, que más que
cubriendo la Copa América del 93 desde Cuenca, para pasar a ejercer el periodimo general, como
nuestro Torquemada de tercera, sin pudor, sin honor. Y tantos otros.
Nombraré a Blasco Moscoso Cuesta, comentarista que más que sabio , era "la voz del sabio",
el apasionado Pancho Moreno, en Radio Quito, con la voz comercial de Edison Vargas Acosta,
(dinastía de voces radiofónicas).Al Dr. Jaime Naranjo, meliflua voz de los numeritos.
Al exasperado/exasperante Vito Muñoz, ya atemperado por los años, al minucioso investigador Oscar
Portilla.
Al personaje actual, el perseguido Luis Miguel Baldeón Losa, el "único" comentarista con prosa.
Al Id que todos queremos sacar, y es refrenado por el Superego, al políticamente incorrecto
que todos quisieramos ser algún momento de nuestra vida.
A Roberto Bonafont, su infalible mañana y su poeta, padeciendo de verborragia extrema y que se
pasea entre lo histriónico, lo cultivado, lo ridículo y lo fantástico. Yo voto por ese hombre de
lecturas y dicciones dramáticas.
Al inolvidable Carlos Efraín Machado, con su rostro de carro abollado, cursi, parlanchín,traba-
jador, dicharachero y querendón , vicealcalde de Quito por elección popular.
retirado de la radio por falta de espectacularidad y exceso de sensatez.
Son los "Titanes en el Ring", "la Liga de la Justicia." Son parte nuestra cuotidianidad.
Son los que nos hacen emocionar en un domingo por la tarde, o los que nos permiten sobrevivir
en el tránsito de Quito, tan malo
como las sabatinas.
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