Este mes en que hace cuarenta y ocho años le declaré mi amor
a las diez de la noche, en el zaguán de su casa, en la Manabí 1147 y ella
aceptó.
Este junio, que en su décimo sexto día celebra el cumpleaños
de mi misma María Mercedes.
Este junio que el 21 hace desparecer mi sombra al medio día
y el 22 recuerda el quincuagésimo tercer aniversario del día en que Velasco
Ibarra se declaró dictador por última vez en su vida.
Este junio donde el césped comienza a pintarse de amarillo y
verde, y el cielo brilla azul sin una nube, retrotrayéndome a cualquier verano
de mi juventud.
Este junio, igual o casi igual a todos los junios del
Ecuador.