domingo, 19 de mayo de 2019

JULIO CESAR TRUJILLO HA MUERTO

El doctor Julio César Trujillo, ha muerto esta mañana.

A los 88 años cumplidos de edad, sufrió hace pocos días un evento vascular cerebral hemorrágico.

También se le llama "derrame cerebral". Es coloquial y no tiene importancia que nombre le demos

a la dolencia: No es técnico, porque como el cerebro no es líquido, no se derrama. Un vaso

sanguineo se  lesionó y produjo al fin su muerte.

La edad no perdona. Pero menos perdonable es que nos pasemos rezongando, sin hacer nada,

escondiéndonos o quejándonos del estado en que está el país.

Lo admirable es esa decisión en vida que tomó de no ir a Terapia Intensiva, ni someterse a una

inútil cirugía , o prolongar artificialmente su vida.

Mucha coherencia y valor, como la tuvo en su vida. El llamado despectivamente "Gallo Hervido"

me parece que por el brillante y cínico Carlos Julio Arosemena Monroy. (Creemos saber la

connotación de la frase con las funciones que desempeñó aparentemente utilizada por aristócrata

cínico e irresponsable cuando desempeñó las responsabilidades para las que fue electo, y

protagonista de llamativas anécdotas, frívolas y dignas de mejor causa.)

No fue perfecto, porque nadie lo es. Acertó y se equivocó en su vida como todos, y no todo salió

como hubiese deseado en el último año de su vida y con la enorme resposabilidad de tratar de

reinstitucionar un país destrozado por Rafael Vicente Correa Delgado y su gavilla de delincuentes,

empezando posus vicepresidentes Lenin Moreno Garcés y Jorge Glas Espinel.Y la lista interminable

de bandidos que destrozaron y saquearon al país los últimos doce años.

Fue correcto, muy valiente y decidido en su titánica misión, encargada por mandato popular.

Si hubo equivocaciones, mucho más fueron los aciertos.

Murió en su lucha por rescatar valores que el país añora. Sin temor. Y al manato de un pueblo que

sufre las consecuencias de ese desgobierno.

Lo mató la edad. Pero cuan dignamente murió.

Los prófugos abundan y se ocultan como "víctimas de la persecución política. ". Cobardía e Infamia.

Lo que siento es que nos quedamos huérfanos de líderes honestos. Es hora de tomar la posta,

no de llorar su muerte.


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