Juicios de valor a Jeannette Hinostroza por el viaje con María Fernananda Espinosa.
La "Última Esperanza Blanca" (No es racismo, es el nombre de una película muy antigua)
J. Hinostroza, nos quita la voz que perdimos, a nuestro sentir, al no ser una dura crítica
de una ex-Ministra, María Fernanda Espinosa, y acompañarla en un viaje "humanitario", pagado por
nosotros, dicho sea de paso, que pagamos su latisueldo con dinero de los contribuyentes.
Puede ser indignante e impedir nuestra catarsis. Pero preguntémonos: ¿Y nuestra propia voz,
no se pronuncia? ¿Necesitamos que la comunicadora sea nuestra vocera? Tenemos derecho a la
catarsis, o como diría León Roldós , al pataleo. Pero una maraña de trampas, tejidos entre escándalos
nos encandila, y nos deja ciegos, sordos y mudos.Porque el sistema de la cadena de escándalos nos
desorienta, y nos molestamos porque la señora Hinostroza no nos da ese "premio consuelo".
A uno de los Alvarado Espinel, no importa si es Vinicio o Carlos, lo agreden, escupen y golpean
públicamente. Tomándose una justicia, que parece no existir, por manos propias.
Debamos alegrarnos con esas mezquindades. Debemos conformarnos con esos síntomas del
desastre que vivimos, y conformarnos con esos desagradables y míseros mendrugos.
La lista de sensaciones es larga. Y nos hace reaccionar equívocamente , en un acto de desesperación
y de parálisis y resignación por la falta de normas y de rumbos.
Comenzando con un presidente que se pone cursi cuando debe demostrar entereza y desición.
Eso explica para mi el porque respondemos erroneamente, dándo golpes al vacío , incapaces
de determinar como acertar al bulto.
Una Ministra de Salud Pública que deberá rendir cuentas, por gestiones cuestionadas,como compras de
equipos caros que aparentemente no funcionan, o atrasos en la importación de vacuna más efectivas
contra la influenza, y que evade la responsabilidad de ser transparente, pero que es incapaz de
renunciar a su puesto, cuando le imponen que deje de pagar a los internos rotativos. ¿Hace cuanto
tiempo fue interna, antes de que comenzara su meteórica carrera, hasta llegar ese pantano que es el
Ministerio de Salud Pública.Menos palabrería astuta y más integridad.
La lista ,repito es larguísima.
Y la resaca de la fiesta embriagente dolerá mucho.
Cortemos el tumor sin vendas en los ojos.
Tratemos de equivocarnos menos. Y no defendamos lo indefendible, porque el "proceso" era
una revolución "ciudadana de izquierda", ese no parece ser un argumento válido.
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