La refrescante presencia de Laura, iconoclasta discreta de la sumisión femenina en USA después
del "Baby boom", (Recuerdan el vacío de una suicida ama de casa en Las Horas , película rela-
cionada con Virginia Wolff), en el Show de Dick Van Dyke (1961-1966) y la de la mujer
independiente, soltera y profesional, en el "Show de Mary Taylor Moore", con Rhoda, Lou Grant,
y el inolvidable Ted Baxter, como personajes co-protagonistas, le dieron un giro profundo y
simpático a la comedia televisiva americana, sin caer en estridencias.
En el cine la sola escena del rictus de la madre del suicida, en "Ordinary People" , Opera prima
como director de Robert Redford, por la que ella fue nominada a "Mejor Actriz" y que debió
ganar, aunque el Premio lo recibió Redford no se si como Mejor Director, o como Mejor Película,
pero se lo birlaron a Martin Scorcece que lo merecía por, a mi modo de ver, mejor filme, "El Toro
Furioso", una biografía en blanco y negro de Jake LaMotta, que aun sigue, casi centenario, vivo.
A los cuarenta años sufrió de una Diabetes Mellitus Tipo 1, devastadora. Fue una activista y gran
recaudadora de fondos por cruzadas sociales y contra la diabetes.
Guardó un perfil bajo, que nos permite recordarla joven, alegre, fuerte y atractiva, para la nuestra
memoria.
Es otra parte inamovible de nuestra memoria. Otro fragmento de los muchos que van componiendo
la vida, y otra demostración verdadera que la inteligencia, la gracia, la fuerza y la integridad van
de la mano con esa construcción de códigos, dejando de lado la vanida efímera , y la frivolidad.
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