Allá por 1968 oímos música con tocadiscos. Los discos eran de vinil o acetato. Eran baratos, y las agujas (ya piratas, o genéricas para ser más elegantes), más el trajín de ser manejado por adolescen-
tes, rayaban los discos. Se oía un sonido de fondo que yo llamaba "friendo un huevo". Y cuando tenían un pequeño rayón, le poníamos un sucre encima del brazo que contenía la cápsula de la aguja
para que no salte. El arte de las capas era mucho más grande, bello y colorido. Contenía muchas veces las letras de las canciones. Y había unas canciones chéveres. El sonido además era mejor porque toda estaba contenida en un surco y el sonido era total. Los discos compactos son binarios (0-1-0-1) siempre se pierden partes del sonido. Aquí hay una muestra de es música. Desmonn Deker. La canción "Israelites) año 1968.
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