Es interesante, aunque trágico , el análisis del suicidio.
Es difícil, si no imposible, entender que a alguien le duela más la vida que la muerte, como
para determinar su autodestrucción.
En la Psicosis depresiva se entiende por la enfermedad mental grave.
En la reacción de insanía temporal, en la pulsión suicida.
Se habla de cargas genéticas.
En este caso me referiré al suicidio político de Correa.
Solo, ebrio de poder, ciego de soberbia,
su razón se ha ido degradando en funciones.
Es patológico abrirse frentes, cada dia, cada hora.
Encerrarse en la soledad del poder como Hitler en su búnker.
No es torpe, ni estúpido. Es patológico.
Tal vez Pablo Palacio , en el ocaso ya de su lues terciaria,
lo convertiría en un dramático caso de "La vida del ahorcado".
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