Para que necesita una persona un automovil en Quito?
Para entrenar la virtud de la paciencia? Soportar con calma el fatigante tapón de carros y la disonante
orquesta de las bocinas con una mansedumbre de perro sin ilusiones?
Para desfogar todas las frustraciones del no poder adquirir todo lo innecesario que artificiosamente
en las vitrinas se exponen como tentaciones inevitables, a las que no podemos renunciar, pero no tene
mos las posibiladades de comprar, Y lanzamos el carro, y metemos la nariz de este contra el de al
lado, y no funcionan las gasolineras como los pits, y perdemos el tiempo, y se nos va la vida , sumer-
gidos en la maraña hirviente y metálica al calor del medio día?
O porque cuando llueve no hay taxis? O cuando tenemos un apuro, los chofers hacen caso omiso de
nuestros silbidos, carreras, levantada de brazos?
O porque nos da claustrofobia ir convertidos en sardinas en latas lentas y hacinadas, peligrosas
para el físico y el bolsillo.?
Y necesitamos que ese automóvil más que un transporte, se una manifestación que deja en evidencia
nuestro "éxito"?
Nos permite contar la plata delante de los pobres?
O nos esclaviza cuidando la estrella emblemática que no nos da la libertad de ver las miles de estre-
llas que pintan el cielo?
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