Hace unos días asistí a la asamblea de accionistas de Conclina. Casi nada entendí. Pero si supe que es un
conglomerado de empresas, una de salud prepagada, otra de activos en el valle de los chillos "San Luis",
creo que otro activo en Guayaquil, y en fín no se que mas. El Corazón de este consorcio es el Hospital
Metropolitano. La Joya de la Corona. También oí dos versiones. Que la suma de las acciones de todos los
médicos llegaba a 17 %. (optimista).
Otro que sabía más me dijo 11%. Voz sin voto.
Primero pensé, no podemos tomar ninguna decisión. Después pensé. "Sin médicos nada funciona".
Una contradicción. Pensé. Después pense " Todo es soñar, el caballito soñado y el caballo de verdad."
Y recordé un poema de Vinicius de Morais: "Un obrero en construcción". Cae como anillo al dedo.
El obrero en construcción Vinicius de Moraes
Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento de tiempo todos los reinos de la Tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí es entregada, y a quién quiero la doy: pues si tú adorares delante de mí, serán todos tuyos.
Y respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: A tu Señor Dios adorarás, y a Él sólo servirás. LUCAS, Cap. IV, 5-8
Era él quien levantaba casas
donde antes sólo había suelo
Como un pájaro sin alas
el subía con las casas
que le brotaban de la mano.
Pero todo desconocía
de su gran misión
No sabía, por ejemplo,
que la casa de un hombre es un templo,
un templo sin religión.
Como tampoco sabía
que la casa que él hacía,
siendo su libertad,
era su esclavitud.
De hecho, cómo podía
un obrero en construcción
comprender que un ladrillo
valía más que un pan?
Ladrillos él apilaba
con pan, cemento y escuadría.
En cuanto al pan, el comía.
Pero si fuera comer ladrillo!
Y así el operario iba,
con sudor y con cemento,
irguiendo una casa aquí;
delante un apartamento;
allá una iglesia, en frente
un cuartel y una prisión;
prisión que sufriría
si no fuera eventualmente
un obrero en construcción
Pero él desconocía
ese hecho extraordinario:
que el obrero hace la cosa
y la cosa hace al obrero.
De forma que, cierto día,
en la mesa, al cortar el pan,
el obrero fue tomado
por una súbita emoción
al constatar asombrado
que todo en aquella mesa
-botella, plato, cuchillón-
era él quien los hacía!!
Él, un humilde obrero,
obrero en construcción.
Miró alrededor: artesa,
banco, catre, calderón,
cristal, pared, ventana,
casa, ciudad, nación!
Todo, todo lo que existía
era él quien lo hacía!
Él, un humilde obrero,
un obrero que sabía
ejercer la profesión.
Ah! Hombres de pensamiento,
no sabréis nunca cuánto
aquél humilde obrero
supo en aquél momento!
En aquella casa vacía
que él mismo levantara,
un mundo nuevo nacía
del que siquiera sospechaba.
El obrero emocionado
miró su propia mano,
su ruda mano de obrero,
de obrero en construcción.
Y mirando bien para ella
tuvo un segundo la impresión
de que no había en el mundo
cosa que fuese más bella.
Fue dentro de la comprensión
de ese instante solitario
que,. como su construcción,
creció también el obrero.
Creció en ancho y profundo,
en alto y en corazón.
Y como todo lo que crece,
el no creció en vano.
Pues más allá de lo que sabía
-ejercer la profesión-
el operario adquirió
una nueva dimensión:
la dimensión de la poesía
Y un hecho se vio
que a todos sorprendía:
lo que el obrero decía
otro obrero escuchaba.
Y fue así que el operario
del edificio en construcción
que siempre decía si
comenzó a decir NO.
Y aprendió a notar cosas
a las que no daba atención;
notó que su marmita
era el plato del patrón,
que su cerveza negra
era el güisqui del patrón
que la casucha donde vivía
era la mansión del patrón,
que sus pies andarines
eran las ruedas del patrón
que la dureza de su día
era la noche del patrón,
que su inmensa fatiga
era amiga del patrón.
Y el obrero dice NO!
y el obrero se hizo fuerte
en su resolución.
Como era de esperar
las bocas de la delación
comenzaron a decir cosas
a los oídos del patrón.
Pero el patrón no quería
ninguna preocupación.
“Convénzanlo de lo contrario”
dijo él sobre el obrero.
Y al decir eso, sonreía.
Al día siguiente, el obrero
al salir de la construcción
se vio de repente cercado
por dos hombres de la delación.
Y sufrió, por destino,
su primera agresión.
Tenía el rostro escupido,
tuvo su brazo roto
pero cuando fue preguntado
el obrero dijo: NO!
En vano sufrió el obrero
su primera agresión.
Muchas otras siguieron,
muchas otras seguirán.
Sin embargo, por imprescindible
al edificio en construcción,
su trabajo proseguía
y todo su sufrimiento
se mezclaba al cemento
de la construcción que crecía.
Sintiendo que la violencia
no doblegaría al obrero,
un día intentó el patrón
doblegarlo de varios modos.
De suerte que lo fue llevando
a lo alto de la construcción
y en un momento de tiempo
le mostró toda la región.
Y apuntándola, al obrero
le hizo esta declaración.
“Te daré todo este poder
y su satisfacción
porque a mi me fue entregado
y se lo doy a quien lo desee.
Te doy tiempo de ocio,
te doy tiempo para la mujer.
Por tanto, todo lo que ves
será tuyo si lo adoraras.
Y aún más, si abandonas
lo que te hace decir NO!”
Dijo y clavó los ojos en el obrero
que miraba y reflexionaba-
Pero lo que el obrero veía
nunca el patrón lo vería.
El obrero veía las casas,
y dentro las estructuras
veía cosas, objetos,
productos y manufacturas.
Veía todo lo que creaba
el lucro al patrón.
Y en cada cosa que veía
misteriosamente estaba
la marca de su mano.
Y el obrero dijo NO!
“Locura- dijo el patrón-
no ves lo que yo te doy?”
“Mentira- dijo el obrero-
No me puedes dar lo que es mio!”
Y un grande silencio se hizo
dentro de su corazón.
Un silencio de martirios,
un silencio de prisión,
un silencio del pueblo
un silencio con pavor
con el medio en soledad
Un silencio de torturas
y gritos de maldición
un silencio de fracturas
arrastrándose en el suelo.
Y el obrero escuchó la voz
de todos sus hermanos
Sus hermanos que murieron
por otros que vivirán.
Una esperanza sincera
creció dentro de su corazón
y dentro de la tarde mansa
haciéndose grande la razón
de un hombre pobre y olvidado.
Razón, sin embargo, que hizo
de un obrero construido
un obrero en construcción.
domingo, 27 de julio de 2014
viernes, 18 de julio de 2014
CASTILLO DE NAIPES
El nombre de la serie auspiciada por Netflix y transmitida por televisión prepagada es "House of Cards".
El personaje principal es Frank ( Francis) Underwood, interpretado magistralmente por Kevin Spacey,
y su esposa. El resto del elenco, le sigue el paso. Este es un congresista demócrata del Sur ( South Carolina)
que, tras una infancia difícil, con un padre drástico, y con reveses económicos, huérfano de madre e hijo
único, entra en la política y va ascendiendo hasta ser un senador demócrata, jefe de bancada, carismático,
maquiavelicamente prágmatico, acompañado de una esposa con la que comparte una ambición desmedida,
con estrategia de ajedrecista, carencia de escrúpulos, despiadado, sanguinario incluso (llega a asesinar por
propia mano a quien le obstaculiza en su carrera al poder). No amigos. Si lealtades inquebrantables de sus
asistentes, individualistas, corruptos, y útiles y desechables, lealtades que él no corresponde.
El ritmo sostenido , el suspenso, la acción en que se desarrolla el relato, con comentarios en "of the record"
al público (nosotros), y llegando a poner en riesgo la seguridad de su país , del mundo, de la vida de su
esposa, y la suya propia, con tal de jugarse todo o nada por la Presidencia de La República de EEUU,
sin que le inmute correr riesgos para satisfacer su necesidad imperiosa de poder, pactando con enemigos,
traicionando amigos, y poniendo zancadillas sin remordimiento, logra su objetivo. Habita ahora en un enorme
castillo de naipes. Estos, todos, se derrumban porque son hijos del equilibrio precario, sin cimientos.
Es la realidad de la política de antes, ahora y siempre. Es la historia de Caín , que sigue matando a Abel.
El personaje principal es Frank ( Francis) Underwood, interpretado magistralmente por Kevin Spacey,
y su esposa. El resto del elenco, le sigue el paso. Este es un congresista demócrata del Sur ( South Carolina)
que, tras una infancia difícil, con un padre drástico, y con reveses económicos, huérfano de madre e hijo
único, entra en la política y va ascendiendo hasta ser un senador demócrata, jefe de bancada, carismático,
maquiavelicamente prágmatico, acompañado de una esposa con la que comparte una ambición desmedida,
con estrategia de ajedrecista, carencia de escrúpulos, despiadado, sanguinario incluso (llega a asesinar por
propia mano a quien le obstaculiza en su carrera al poder). No amigos. Si lealtades inquebrantables de sus
asistentes, individualistas, corruptos, y útiles y desechables, lealtades que él no corresponde.
El ritmo sostenido , el suspenso, la acción en que se desarrolla el relato, con comentarios en "of the record"
al público (nosotros), y llegando a poner en riesgo la seguridad de su país , del mundo, de la vida de su
esposa, y la suya propia, con tal de jugarse todo o nada por la Presidencia de La República de EEUU,
sin que le inmute correr riesgos para satisfacer su necesidad imperiosa de poder, pactando con enemigos,
traicionando amigos, y poniendo zancadillas sin remordimiento, logra su objetivo. Habita ahora en un enorme
castillo de naipes. Estos, todos, se derrumban porque son hijos del equilibrio precario, sin cimientos.
Es la realidad de la política de antes, ahora y siempre. Es la historia de Caín , que sigue matando a Abel.
jueves, 17 de julio de 2014
MIS AMIGOS MANUELES ; EL QUE VINO DE GANA Y EL QUE SE FUE DE GANA
Entre los años 1976 y 1977 en el curso de mi cuarto de la carrera de Medicina, en la fantástica cátedra de
Semiología y Propedéutica conocí al Dr. Manuel Larenas, y aprendí la diferencia entre lo que es un instruc-
tor, un profesor y un Maestro.Lo primero que nos enseñó y recomendó memorizar fue el bellísimo Juramen-
to de Hipocrates. El antiguo. No el resumen sintético y políticamente correcto adoptado en Ginebra en
1948. Al final del año su ejemplo nos enseñó con su práctica cristalina y cuotidiana, a practicarlo compro-
metidamente. Nos enseñó con su tierna humildad y amabilidad los secretos del interrogatorio, de exploración
física y la lógica de la deducción los variados senderos que podrían llevarnos a la mejor probabilidad en el
difícil arte del diagnóstico. Hombre de paso quieto, sin altisonancias ni pedante erudición , nos transmitió
la infinita bondad y respeto hacia nuestros congéneres, dolientes. Esa cortesía y esa sencillez le acompaña-
ron como el musical canto del viento leve de los veranos serranos.Siempre. Hasta que un día supe que ha-
bia muerto. Se fue de gana, justo ahora que tanto faltan seres humanos , tan humanos como él.
Por el año 95 atendí a un señor mayor, que estaba enfermo, grave. Me preguntaron los familiares si
dado el estado en que estaba, yo recomendaba que se llamara a su hijo , Manuel Chiriboga Vega,
ilustre y comprometido investigador de las sociedades en el agro, sabio por conocimiento, y modesto
como todos los sabios que en el mundo han sido, ya que entonces trabajaba en Ghana. Yo recomendé que
que lo hicieran. Vino, con su encantadora y brillante esposa , Amarilis. Y compartió los días finales de su
padre en esta tierra. Era un hombre robusto, y dulce, tan amigable que invitaba a la amistad.
Entonces , le dije de broma, que había venido de gana. (Gahna). Y reía con alegría.
En 1997 el inefable presidente Fabián Alarcón, lo invitó a ser Ministro de Agricultura, un cargo que
ahora ocupa su cuñado, el introvertido poeta Javier Ponce. Ese mediodía , el atolondrado (Vaya eufemismo)
Leon Febres Cordero, un León el paz y un cordero en la guerra, en el mejor estilo MaCarthista, y Trumanes
co), paranoico anticomunista, impuso se autoinvestido poder de capataz, prohibió que nombren a ese
comunista. Y Alarcón , obediente, dejó plantado a Manuel y su familia, esperando sin explicación ,por el,
llamémoslo asi , presidente. Nos reímos años , sobre este desplante, que viniendo de Alarcón sonaba a
lisonja, ni por la familia que lo acompañaba, sino porque había tenido que usar terno, al cual era alérgico.
Victima del Cangrejo, soportó con valentía y dignidad, diez años largos de tratamientos heroicos.
Esta semana al entrar en fase terminal, se despidió con elegancia y gallardía, en su columna semanal,
desde la cual nos iluminó , con su palabra exacta, y su actitud valiente y propositiva.
A esperar con la paz interior, el destino inexorable que a todos nos espera.
Se va de gana otro ser humano, de los que tanta falta hacen hoy en día.
Semiología y Propedéutica conocí al Dr. Manuel Larenas, y aprendí la diferencia entre lo que es un instruc-
tor, un profesor y un Maestro.Lo primero que nos enseñó y recomendó memorizar fue el bellísimo Juramen-
to de Hipocrates. El antiguo. No el resumen sintético y políticamente correcto adoptado en Ginebra en
1948. Al final del año su ejemplo nos enseñó con su práctica cristalina y cuotidiana, a practicarlo compro-
metidamente. Nos enseñó con su tierna humildad y amabilidad los secretos del interrogatorio, de exploración
física y la lógica de la deducción los variados senderos que podrían llevarnos a la mejor probabilidad en el
difícil arte del diagnóstico. Hombre de paso quieto, sin altisonancias ni pedante erudición , nos transmitió
la infinita bondad y respeto hacia nuestros congéneres, dolientes. Esa cortesía y esa sencillez le acompaña-
ron como el musical canto del viento leve de los veranos serranos.Siempre. Hasta que un día supe que ha-
bia muerto. Se fue de gana, justo ahora que tanto faltan seres humanos , tan humanos como él.
Por el año 95 atendí a un señor mayor, que estaba enfermo, grave. Me preguntaron los familiares si
dado el estado en que estaba, yo recomendaba que se llamara a su hijo , Manuel Chiriboga Vega,
ilustre y comprometido investigador de las sociedades en el agro, sabio por conocimiento, y modesto
como todos los sabios que en el mundo han sido, ya que entonces trabajaba en Ghana. Yo recomendé que
que lo hicieran. Vino, con su encantadora y brillante esposa , Amarilis. Y compartió los días finales de su
padre en esta tierra. Era un hombre robusto, y dulce, tan amigable que invitaba a la amistad.
Entonces , le dije de broma, que había venido de gana. (Gahna). Y reía con alegría.
En 1997 el inefable presidente Fabián Alarcón, lo invitó a ser Ministro de Agricultura, un cargo que
ahora ocupa su cuñado, el introvertido poeta Javier Ponce. Ese mediodía , el atolondrado (Vaya eufemismo)
Leon Febres Cordero, un León el paz y un cordero en la guerra, en el mejor estilo MaCarthista, y Trumanes
co), paranoico anticomunista, impuso se autoinvestido poder de capataz, prohibió que nombren a ese
comunista. Y Alarcón , obediente, dejó plantado a Manuel y su familia, esperando sin explicación ,por el,
llamémoslo asi , presidente. Nos reímos años , sobre este desplante, que viniendo de Alarcón sonaba a
lisonja, ni por la familia que lo acompañaba, sino porque había tenido que usar terno, al cual era alérgico.
Victima del Cangrejo, soportó con valentía y dignidad, diez años largos de tratamientos heroicos.
Esta semana al entrar en fase terminal, se despidió con elegancia y gallardía, en su columna semanal,
desde la cual nos iluminó , con su palabra exacta, y su actitud valiente y propositiva.
A esperar con la paz interior, el destino inexorable que a todos nos espera.
Se va de gana otro ser humano, de los que tanta falta hacen hoy en día.
martes, 1 de julio de 2014
"ALGUIEN TENIA QUE DECIRLO"
Es el sonoro nombre de la columna que escribe para varios rotativos, sobre fútbol, Jorge Barraza.
Se podría aplicar lo mismo , no desde un noticiero impreso, sino en directo, las palabras dichas con pasión
de un aficionado, y con la indignación que muchos sentimos hacia la FIFA y sus dirigentes, debido a
la prostitución del deporte y de la impunidad que ostentan para cometer sus fechorías con desparpajo e
hipocresía, aunque suene contradictorio, tras una angelical sonrisa de puerco hornado, el suizo Blatter y sus
secuaces. No es políticamente correcto , argumentarán algunos, que el presidente de un país no debería
hacer declaraciones que parecen ser las de un barrabrava , tanto o más descalificado, que los delincuentes de cuello blanco.
El hijo de Batlle lo recriminó por eso, olvidando que su padre cuando presidente de la República Oriental
del Uruguay, insultó a los Argentinos y a sus representes, tachándolos a TODOS de corruptos, pero en
lugar de decirle al periodista que recogió y difundió sus expresiones , "publicalo", fue a pedir disculpas llo-
rando, en Buenos Aires.
Yo creo que la razón no pide fuerza , y bastaba con señalarlo claramente , sin necesidad de insultar a sus
madres, cuyo proceder no conocemos.
Pero alguien tenía que decirlo.
Se podría aplicar lo mismo , no desde un noticiero impreso, sino en directo, las palabras dichas con pasión
de un aficionado, y con la indignación que muchos sentimos hacia la FIFA y sus dirigentes, debido a
la prostitución del deporte y de la impunidad que ostentan para cometer sus fechorías con desparpajo e
hipocresía, aunque suene contradictorio, tras una angelical sonrisa de puerco hornado, el suizo Blatter y sus
secuaces. No es políticamente correcto , argumentarán algunos, que el presidente de un país no debería
hacer declaraciones que parecen ser las de un barrabrava , tanto o más descalificado, que los delincuentes de cuello blanco.
El hijo de Batlle lo recriminó por eso, olvidando que su padre cuando presidente de la República Oriental
del Uruguay, insultó a los Argentinos y a sus representes, tachándolos a TODOS de corruptos, pero en
lugar de decirle al periodista que recogió y difundió sus expresiones , "publicalo", fue a pedir disculpas llo-
rando, en Buenos Aires.
Yo creo que la razón no pide fuerza , y bastaba con señalarlo claramente , sin necesidad de insultar a sus
madres, cuyo proceder no conocemos.
Pero alguien tenía que decirlo.
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