domingo, 27 de julio de 2014

LA TENTACION

Hace  unos días asistí a la  asamblea de accionistas de Conclina. Casi nada entendí. Pero si supe que es un

conglomerado de empresas, una de salud prepagada, otra de activos en el valle de los chillos "San Luis",

creo que otro activo en Guayaquil, y en fín no se que mas. El Corazón de este consorcio es el Hospital

Metropolitano. La Joya de la Corona. También oí dos versiones. Que la suma de las acciones  de todos los

médicos llegaba a 17 %. (optimista).

Otro que sabía más me dijo 11%. Voz sin voto.

Primero pensé, no podemos tomar ninguna decisión. Después pensé. "Sin médicos nada funciona".

Una contradicción. Pensé. Después pense " Todo es soñar, el caballito soñado y el caballo de verdad."

Y recordé un poema de Vinicius de Morais: "Un obrero en construcción". Cae como anillo al dedo.

 El obrero en construcción Vinicius de Moraes
 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento de tiempo todos los reinos de la Tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí es entregada, y a quién quiero la doy: pues si tú adorares delante de mí, serán todos tuyos.
 Y respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: A tu Señor Dios adorarás, y a Él sólo servirás. LUCAS, Cap. IV, 5-8

 Era él quien levantaba casas
 donde antes sólo había suelo
 Como un pájaro sin alas
 el subía con las casas
 que le brotaban de la mano.
 Pero todo desconocía
 de su gran misión
 No sabía, por ejemplo,
 que la casa de un hombre es un templo,
 un templo sin religión.
 Como tampoco sabía
 que la casa que él hacía,
 siendo su libertad,
 era su esclavitud.
 De hecho, cómo podía
 un obrero en construcción
 comprender que un ladrillo
 valía más que un pan?
 Ladrillos él apilaba
 con pan, cemento y escuadría.
 En cuanto al pan, el comía.
 Pero si fuera comer ladrillo!
 Y así el operario iba,
 con sudor y con cemento,
 irguiendo una casa aquí;
 delante un apartamento;
 allá una iglesia, en frente
 un cuartel y una prisión;
 prisión que sufriría
 si no fuera eventualmente
 un obrero en construcción
 Pero él desconocía
 ese hecho extraordinario:
 que el obrero hace la cosa
 y la cosa hace al obrero.
 De forma que, cierto día,
 en la mesa, al cortar el pan,
 el obrero fue tomado
 por una súbita emoción
 al constatar asombrado
 que todo en aquella mesa
-botella, plato, cuchillón-
era él quien los hacía!!
 Él, un humilde obrero,
 obrero en construcción.
 Miró alrededor: artesa,
 banco, catre, calderón,
 cristal, pared, ventana,
 casa, ciudad, nación!
 Todo, todo lo que existía
 era él quien lo hacía!
 Él, un humilde obrero,
 un obrero que sabía
 ejercer la profesión.
 Ah! Hombres de pensamiento,
 no sabréis nunca cuánto
 aquél humilde obrero
 supo en aquél momento!
 En aquella casa vacía
 que él mismo levantara,
 un mundo nuevo nacía
 del que siquiera sospechaba.
 El obrero emocionado
 miró su propia mano,
 su ruda mano de obrero,
 de obrero en construcción.
 Y mirando bien para ella
 tuvo un segundo la impresión
 de que no había en el mundo
 cosa que fuese más bella.
 Fue dentro de la comprensión
 de ese instante solitario
 que,. como su construcción,
 creció también el obrero.
 Creció en ancho y profundo,
 en alto y en corazón.
 Y como todo lo que crece,
 el no creció en vano.
 Pues más allá de lo que sabía
-ejercer la profesión-
el operario adquirió
 una nueva dimensión:
 la dimensión de la poesía
 Y un hecho se vio
 que a todos sorprendía:
 lo que el obrero decía
 otro obrero escuchaba.
 Y fue así que el operario
 del edificio en construcción
 que siempre decía si
 comenzó a decir NO.
 Y aprendió a notar cosas
 a las que no daba atención;
 notó que su marmita
 era el plato del patrón,
 que su cerveza negra
 era el güisqui del patrón
 que la casucha donde vivía
 era la mansión del patrón,
 que sus pies andarines
 eran las ruedas del patrón
 que la dureza de su día
 era la noche del patrón,
 que su inmensa fatiga
 era amiga del patrón.
 Y el obrero dice NO!
 y el obrero se hizo fuerte
 en su resolución.
 Como era de esperar
 las bocas de la delación
 comenzaron a decir cosas
 a los oídos del patrón.
 Pero el patrón no quería
 ninguna preocupación.
“Convénzanlo de lo contrario”
dijo él sobre el obrero.
 Y al decir eso, sonreía.
 Al día siguiente, el obrero
 al salir de la construcción
 se vio de repente cercado
 por dos hombres de la delación.
 Y sufrió, por destino,
 su primera agresión.
 Tenía el rostro escupido,
 tuvo su brazo roto
 pero cuando fue preguntado
 el obrero dijo: NO!
 En vano sufrió el obrero
 su primera agresión.
 Muchas otras siguieron,
 muchas otras seguirán.
 Sin embargo, por imprescindible
 al edificio en construcción,
 su trabajo proseguía
 y todo su sufrimiento
 se mezclaba al cemento
 de la construcción que crecía.
 Sintiendo que la violencia
 no doblegaría al obrero,
 un día intentó el patrón
 doblegarlo de varios modos.
 De suerte que lo fue llevando
 a lo alto de la construcción
 y en un momento de tiempo
 le mostró toda la región.
 Y apuntándola, al obrero
 le hizo esta declaración.
“Te daré todo este poder
 y su satisfacción
 porque a mi me fue entregado
 y se lo doy a quien lo desee.
 Te doy tiempo de ocio,
 te doy tiempo para la mujer.
 Por tanto, todo lo que ves
 será tuyo si lo adoraras.
 Y aún más, si abandonas
 lo que te hace decir NO!”
Dijo y clavó los ojos en el obrero
 que miraba y reflexionaba-
 Pero lo que el obrero veía
 nunca el patrón lo vería.
 El obrero veía las casas,
 y dentro las estructuras
 veía cosas, objetos,
 productos y manufacturas.
 Veía todo lo que creaba
 el lucro al patrón.
 Y en cada cosa que veía
 misteriosamente estaba
 la marca de su mano.
 Y el obrero dijo NO!
“Locura- dijo el patrón-
no ves lo que yo te doy?”
 “Mentira- dijo el obrero-
No me puedes dar lo que es mio!”
Y un grande silencio se hizo
 dentro de su corazón.
 Un silencio de martirios,
 un silencio de prisión,
 un silencio del pueblo
 un silencio con pavor
 con el medio en soledad
 Un silencio de torturas
 y gritos de maldición
 un silencio de fracturas
 arrastrándose en el suelo.
 Y el obrero escuchó la voz
 de todos sus hermanos
 Sus hermanos que murieron
 por otros que vivirán.
 Una esperanza sincera
 creció dentro de su corazón
 y dentro de la tarde mansa
 haciéndose grande la razón
 de un hombre pobre y olvidado.
 Razón, sin embargo, que hizo
 de un obrero construido
 un obrero en construcción.

viernes, 18 de julio de 2014

CASTILLO DE NAIPES

El nombre de la serie auspiciada por Netflix y transmitida por televisión prepagada  es "House of Cards".

El personaje principal es Frank ( Francis) Underwood, interpretado magistralmente por Kevin Spacey,

y su esposa. El resto del elenco, le sigue el paso. Este es un congresista demócrata del Sur ( South Carolina)

que, tras una infancia difícil, con un padre drástico, y con reveses económicos, huérfano de madre e hijo

único, entra en la política y va ascendiendo hasta ser un senador demócrata, jefe de bancada, carismático,

maquiavelicamente prágmatico, acompañado de una esposa con la que comparte una ambición desmedida,

con estrategia de ajedrecista, carencia de escrúpulos, despiadado, sanguinario incluso (llega a asesinar por

propia mano a quien le obstaculiza en su carrera al poder). No amigos. Si lealtades inquebrantables de sus

asistentes, individualistas, corruptos, y útiles y desechables, lealtades que él no corresponde.

El ritmo sostenido , el suspenso, la acción en que se desarrolla el relato, con comentarios en "of the record"

al público (nosotros), y llegando a poner en riesgo la seguridad de su país , del mundo, de la vida de su

esposa, y la suya propia, con tal de jugarse todo o nada por la Presidencia de La República de EEUU,

sin que le inmute correr riesgos para satisfacer su necesidad imperiosa de poder, pactando con enemigos,

traicionando amigos, y poniendo zancadillas sin remordimiento, logra su objetivo. Habita ahora en un enorme

castillo de naipes. Estos, todos, se derrumban porque son hijos del equilibrio precario, sin cimientos.

Es la realidad de la política de antes, ahora y siempre. Es la historia de Caín , que sigue matando a Abel.

jueves, 17 de julio de 2014

MIS AMIGOS MANUELES ; EL QUE VINO DE GANA Y EL QUE SE FUE DE GANA

Entre los años 1976 y 1977 en el curso de mi cuarto de la carrera de Medicina, en la fantástica cátedra de

Semiología y Propedéutica conocí al Dr. Manuel Larenas, y aprendí la diferencia entre lo que es un instruc-

tor, un profesor y un Maestro.Lo primero que nos enseñó y recomendó memorizar fue el bellísimo Juramen-

to de Hipocrates. El antiguo. No el resumen sintético y políticamente correcto adoptado en Ginebra en

1948. Al final del año su ejemplo nos enseñó con su práctica cristalina y cuotidiana, a practicarlo compro-

metidamente. Nos enseñó con su tierna humildad y amabilidad los secretos del interrogatorio, de exploración

física y la lógica de la deducción los variados senderos que podrían llevarnos a la mejor probabilidad  en el

difícil arte del diagnóstico. Hombre de paso quieto, sin altisonancias ni pedante erudición , nos transmitió

la infinita bondad y respeto hacia nuestros congéneres, dolientes. Esa cortesía y esa sencillez le acompaña-

ron como el musical canto del viento leve de los veranos serranos.Siempre. Hasta que un día supe que ha-

bia muerto. Se fue de gana, justo ahora que tanto faltan seres humanos , tan humanos como él.

Por el año 95 atendí a un señor mayor, que estaba enfermo, grave. Me preguntaron los familiares si

dado el estado en que estaba, yo recomendaba que se llamara a su hijo , Manuel Chiriboga Vega,

ilustre y comprometido investigador de las sociedades en el agro, sabio por conocimiento, y modesto

como todos los sabios que en el mundo han sido, ya que entonces trabajaba en Ghana. Yo recomendé que

que lo hicieran. Vino, con su encantadora y brillante esposa , Amarilis. Y compartió los días finales de su

padre en esta tierra. Era un hombre robusto, y dulce, tan amigable que invitaba a la amistad.

Entonces , le dije de broma, que había venido de gana. (Gahna). Y reía con alegría.

En 1997 el inefable presidente Fabián Alarcón, lo invitó a ser Ministro de Agricultura, un cargo que

ahora ocupa su cuñado, el introvertido poeta Javier Ponce. Ese mediodía , el atolondrado (Vaya eufemismo)

Leon Febres Cordero, un León el paz y un cordero en la guerra, en el mejor estilo MaCarthista, y Trumanes

co), paranoico anticomunista, impuso se autoinvestido poder de capataz, prohibió que nombren a ese

comunista. Y Alarcón , obediente, dejó plantado a Manuel y su familia, esperando sin explicación ,por el,

llamémoslo asi , presidente. Nos reímos años , sobre este desplante, que viniendo de Alarcón sonaba a

lisonja, ni por la familia que lo acompañaba, sino porque había tenido que usar terno, al cual era alérgico.

Victima del Cangrejo, soportó con valentía y dignidad, diez años largos de tratamientos heroicos.

Esta semana al entrar en fase terminal, se despidió con elegancia y gallardía, en su columna semanal,

desde la cual nos iluminó , con su palabra exacta, y su actitud valiente y propositiva.

A esperar con la paz interior, el destino inexorable que a todos nos espera.

Se va de gana otro ser humano, de los que tanta falta hacen hoy en día.




martes, 1 de julio de 2014

"ALGUIEN TENIA QUE DECIRLO"

Es el sonoro nombre de la columna que escribe para varios rotativos, sobre fútbol, Jorge Barraza.

Se podría aplicar lo mismo , no desde un noticiero impreso, sino en directo, las palabras dichas con pasión

de un aficionado, y con la indignación que muchos sentimos hacia la FIFA y sus dirigentes, debido a

la prostitución del deporte y de la impunidad que ostentan para cometer sus fechorías con desparpajo e

hipocresía, aunque suene contradictorio, tras una angelical sonrisa de puerco hornado, el suizo Blatter y sus

secuaces. No es políticamente correcto , argumentarán algunos, que el presidente  de un país no debería

hacer declaraciones que parecen ser las de un barrabrava , tanto o más descalificado, que los delincuentes de cuello blanco.

El hijo de Batlle lo recriminó por eso, olvidando que su padre cuando presidente  de la República Oriental

del Uruguay, insultó a los Argentinos y a sus representes, tachándolos a TODOS de corruptos, pero en

lugar de decirle al periodista que recogió y difundió sus expresiones , "publicalo", fue a pedir disculpas llo-

rando, en Buenos Aires.

Yo creo que la razón no pide fuerza , y bastaba con señalarlo claramente , sin necesidad de insultar a sus

madres, cuyo proceder no conocemos.

Pero alguien tenía que decirlo.