http://elpais.com/elpais/2013/09/13/opinion/1379080806_679976.html
En los últimos días se hizo pública la noticia de que Ecuador recibió un préstamo chino por 1.200 millones de dólares en concepto de preventas petroleras. Este desembolso es solo uno más en una larga lista de créditos otorgados a Ecuador como adelantos por la venta de crudo. El total de los mismos ya supera los 8.000 millones de dólares.
Pero para comprender mejor esta historia es necesario volver en el tiempo a agosto de 2010, fecha en la que el Ministerio de Finanzas del Ecuador, la empresa pública de Hidrocarburos EP Petroecuador, Petrochina International Company Limited y el Banco de Desarrollo Chino (CDB) firmaron el llamado “acuerdo de cuatro partes”, a través del cual el CDB se compromete a prestarle al Ministerio de Finanzas un monto de 1.000 millones de dólares a un plazo de 4 años y a una tasa del 6.5% anual. Petroecuador, por su parte, se comprometía a venderle a China no menos de 36.000 barriles de crudo diarios a precios altamente castigados. El precio del crudo establecido para las operaciones, según se deriva de los propios contratos, se sitúa entre dos y tres dólares por debajo del precio de mercado.
Desde 2010 a la fecha Ecuador continuó firmando contratos bajo la misma modalidad con Petrochina y el CDB. Analistas estiman que hoy en día más de un 80% de las exportaciones totales de petróleo ecuatoriano se realizan con Petrochina. Esto significa que unos 252.000 barriles de petróleo diarios son vendidos a un precio inferior al del mercado, generando una pérdida que ronda los 230 millones de dólares al año.
Ecuador vende a China unos 252.000 barriles de diarios a un precio inferior al del mercado
Un informe de la Contraloría General del Estado del año 2012, el cual analiza solo dos de seis contratos ejecutados entre 2010 y 2011, concluye que Ecuador dejó de percibir más de 44 millones de dólares debido a una errónea negociación de precios. El perjuicio analizado en este informe podría llegar a los 100 millones de dólares si se proyecta hasta el fin de los contratos, y podría incrementarse aún más si se incorpora el análisis de los contratos posteriores. Sin embargo, al día de hoy, no se han abierto procesos legales contra los responsables de esta situación.
El mismo informe establece también que es difícil verificar si el petróleo vendido tiene como destino final refinerías chinas, o si el mismo es revendido a precios superiores en el mercado internacional. Sin embargo, diversos conocimientos de embarque muestran que en efecto, el petróleo vendido a Petrochina nunca llega dicho destino, si no que esta empresa, actuando en calidad de intermediario, revende dicho petróleo en destinos como Estados Unidos y Panamá a precios superiores.
Por otra parte, expertos en derecho financiero en Ecuador han remarcado que estos convenios poseen una cláusula que obliga al país a depositar los ingresos totales de la venta del petróleo a Petrochina como colateral por el pago de la deuda asumida por el Estado ecuatoriano, en una cuenta en el mismo CDB, a nombre de Petroecuador. El contrato de manejo de esta cuenta establece que el país renuncia a su inmunidad soberana y se somete al arbitraje de la Cámara de Comercio China para la resolución de cualquier disputa.
La débil economía ecuatoriana necesita una flujo creciente de dólares
Del mismo modo, Ecuador ha firmado una carta irrevocable a favor de Petrochina la cual establece que Ecuador acepta que ante cualquier incumplimiento en la entrega de petróleo, el comprador tiene el derecho de incautar cualquier petróleo ecuatoriano vendido a cualquier otra empresa, en cualquier parte del mundo.
Más grave aún, es que dentro de este contexto, Rafael Correa anunció que su gobierno comenzará a explotar las reservas petroleras del Yasuni-ITT. Estás reservas se encuentran situadas dentro de un espacio de diversidad ecológica considerado patrimonio de la humanidad. Correa justificó esta controvertida decisión diciendo que con esta iniciativa espera generar 18.000 millones de dólares los cuales utilizará para combatir la pobreza en la Amazonía.
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Pero la realidad es otra. La deteriorada situación fiscal del Ecuador hace necesaria una continuo flujo creciente de dólares para sostener la dolarización. Como Ecuador se encuentra prácticamente fuera de los mercados internacionales su única fuente de financiamiento son los créditos chinos. Pero como ya hipotecó con ellos gran parte de sus reservas petroleras, Correa no tuvo más opción que anunciar la explotación de estos campos para poder continuar el endeudamiento. Pan para hoy, hambre para mañana.
*Aclaración. El sapo verde no es Galo Mora, es una de las especies que vive en el Yasuní
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