viernes, 14 de septiembre de 2012

DANZANTIGUA

Del mismo barro
El monótono mono tono
del danzante 
cobrizo callado de los Andes, 
parece repetir 
su infinito paso lento, 
con pases igualados, 
con compases repetidos, 
andando por un camino interminable, 
sin pasado ni futuro, 
sin remordimiento ni esperanza, 
sin tristeza, ni alegria, 
razgado el silencio por 
la fría y filosa navaja 
del viento.
Cantado por los notas altas 
de una guitarra, 
que como 'viento de páramo 
rompe el silencio, lo desgarra, 
dejando intacta en la agigantada sombra 
de la tarde, 
la figura encorvada, ensimismada 
y casi inmóvil del danzante
atrapado en un tiempo detenido
y trashumando un sendero infinito
de espacio inexistente.



1 comentario:

  1. Preciosa la poesía DANZANTIGUA y la imagen que la acompaña. La danza enigmática sobre el horizonte que se esfuma en un espacio intemporal que vuelve anacrónica la pequeña fecha.
    Gracias
    A

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