En el dos mil uno empezamos,
con Torres caídas sin paz.
Irak y Afganistán además,
dos guerras que nunca acabamos.
En Crimea los conflictos hallamos,
y en Gaza el fuego no cede,
la codicia avanza y precede,
tierras santas en rojo arden.
Un mundo donde el odio es baluarte,
y el miedo al final nos sucede.
El Capitolio, Trump asalta,
el populismo avanza sin fin,
y Ucrania en la guerra sin fin,
del ruso que toma y resalta.
Con jinetes la escena se exalta:
Bolsonaro, Milei y demás,
con presagios de muerte quizás,
del apocalipsis soñando.
Irán y sus leyes negando,
la voz femenina detrás.
mientras la tierra sufre y arde.
Inundación o sequía que invade,
y al planeta en silencio enreda.
Ya es tiempo de una última rueda,
en esta era que al fin nos deja.
El mundo en su paso se aleja,
y en su marcha final lo sentimos,
mientras solos en medio nos vimos,
al borde de una sombra tan vieja.
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