Desde que transité mi niñez, tan aficionado al fútbol doméstico, a la magia de ese ejercicio semi
profesional, con una televisión incipiente donde ya podía verse "Ronda deportivo" los domingos
de tarde, pero sobre todo en Radio Quito, me acompañó la noticia viva del fútbol con "Cóndor,
voces y oídos del deporte" al mediodía con Pancho Moreno (Alfonso Laso Bermeo) Blasco Moscoso
Cuesta, al medidía. Las transmisiones de los demingos desde las 9:15 horas con esas voces, la
apasionada relatora, parcializada voz de Pancho Moreno , que contrastaba con el comentario sesudo
pausado de Blasco Moscoso Cuesta, con el Doctor Jaime Naranjo Rodríguez con su meliflua voz de
acento colombo-ecuatoriano en los "Numeritos" y la infaltable "Voz comercial¨" de Edison Vargas
Acosta auspiciando a "Traguito y Gallito, para quitarle la pena o alegrarle la fiesta, un par a todo dar"
para culminar el domingo por la noche, deberes hechos, carril listo, y uniforme planchado,
mitigaba la angustia y desazón de la noche dominical preescolar.
Gran tipo Alfonso Laso, sobrino de Eduardo Laso, compañero de empresas patrióticas de mi
padre, cuando la empresa era servir a la Patria, y no servirse de ella.
Tempranamente huérfano, cuidado por su madre y el cariño paternal de un tío Bermeo.
Campeón de Ping pong de Pichincha, estudiante de Ingeniería civil, pero apasionado por
el deporte, escribía ocultándose de la familia que no veía con buenos ojos esa aventura descabellada
para la época, bajo el pseudónimo de Pancho Moreno, abandonando la carrera universitaria para
convertirse en pionero e ícono del periodismo deportivo.
Casado con Madalena Ayala, padre de Julio, Alfonso, Magdalena y Margarita, fiel servidor de
laciudad, de la que llegó a ser vice alcalde.
Bonadoso, simpático, querido, honesto y honorable, deportista amateur del tennis, ciudadano
muy querido murió el viernes a sus 89 años. Apasionado por el tango y por la Liga.
Deja una herncia de cordialidad y alegría , pero se lleva parte de mi infancia y juventud.
Una mala noticia: Nos dejó.
Una buena: en el cielo hay fútbol:lo ralatará acompañado de los comentarios de Blasco Moscos que
ya lo estaba esperando.
Hasta pronto, Alfonsito.
domingo, 15 de julio de 2018
domingo, 1 de julio de 2018
LA COCHINCHINA
Cuando yo era niño, en la Escuela Espejo, un profesor muy simpático, dibujante, el Señor Cárdenas,
nos decía, mitad en broma , mitad en serio: " Yo les dibujo aquí, en la China, Indochina y la Cochin-
china!). Yo creía que lo de la Cochinchina era una broma, pero no, existe. Es Vietnam. Esa puntita de
tierra cuyas playas dan al Mar de China , y colinda con el borde Oriental de Inochina. Cambodia,
Laos, La ruta "554" abierta por Corea del Norte, en su guerra ultima contra Vietnam del Sur.
Ahora en Netflix, están pasando un fantástico, dramático, desgarrador, basado en hechos, con
excelente banda sonora, rigor histórico,narrado por Peter Coyote, quedocumenta que pasó en ese
lugar desde 1890 hasta el 74 del siglo veinte.
Sin sesgo político, sin juicios de valor. Sin "buenos y malos"
58.000 muerto contados por EEUU, y más de 100.000 cochinchinos.
Se dibuja la mentira, la crueldad, los valores.
Una realidad humana sempiterna.
El verdadero rostro de la guerra. Desde el sadismo de Alain Delon en las tropas francesas ,
hasta la hipocresía de los norteamericanos en nombre de la libertad y la democracia.
nos decía, mitad en broma , mitad en serio: " Yo les dibujo aquí, en la China, Indochina y la Cochin-
china!). Yo creía que lo de la Cochinchina era una broma, pero no, existe. Es Vietnam. Esa puntita de
tierra cuyas playas dan al Mar de China , y colinda con el borde Oriental de Inochina. Cambodia,
Laos, La ruta "554" abierta por Corea del Norte, en su guerra ultima contra Vietnam del Sur.
Ahora en Netflix, están pasando un fantástico, dramático, desgarrador, basado en hechos, con
excelente banda sonora, rigor histórico,narrado por Peter Coyote, quedocumenta que pasó en ese
lugar desde 1890 hasta el 74 del siglo veinte.
Sin sesgo político, sin juicios de valor. Sin "buenos y malos"
58.000 muerto contados por EEUU, y más de 100.000 cochinchinos.
Se dibuja la mentira, la crueldad, los valores.
Una realidad humana sempiterna.
El verdadero rostro de la guerra. Desde el sadismo de Alain Delon en las tropas francesas ,
hasta la hipocresía de los norteamericanos en nombre de la libertad y la democracia.
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