En una semana se han callado dos voces que trascienden a su imagen , y a su música.
Simón Díaz un hombre que rescata los valores, la franqueza y la integridad del llano. El llanero frontal,
que comulga con la naturaleza, la describe , la respeta, la canta y la ama. Y despliegue un rescate de
esos valores ancestrales volviéndolos invulnerables al paso del tiempo y al atropello de la " Civilización
y el progreso".
Y la de Francisco Sánchez Gómez , Paco de Lucía , gaditano, gitano insigne que llevó su arte magnífico,
y todo el resplandor de la cultura de su pueblo, de ese arte que los payos miramos con recelo, en un
matrimonio con la mejor guitarra de música selecta, el jazz, y otros ritmos con resultantes admirables.
Han fallecido dos hombres de cuerpo entero, tesoro de sus linajes. Dejaron una interminable herencia
a la humanidad. Su música no hará pausas en el pentagrama interminable de la vida.
Mientras tanto aqui, se ven las peleas entre el corcho y la retroexcavadora , como un monumento a la
mezquindad . Así es la vida , por Walt Disney.
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