Ronaldo de Assis, Ronaldinho Gaucho, desafía con éxito las tropelías del dinero que ha intentado con zancadillas quitarnos la alegría del juego, comprándola con el vil metal, para combatirlo con un tsunami de partidos , para intoxicarnos a través de la televisión, viendo partidos de liga, copa del rey, copa de confederaciones, copa libertadores, recopa, copa sudamericana, supercopa, copa de campeones, copa de ligas de europa, mundial sub 17, sub 20, preolímpicas, olímpicas,copa mundial de clubes, copa suruga, la gran cita ecuménica del Mundial, y así ad infinitum. Las cantidades obscenas de dinero que se mueven, desdibujan el concepto del juego.
Los dientes torcidos de la pícara y permanente sonrisa y chispeante mirada de Ronaldinho, su placer por el baile, su talento, su juego pimentósamente genial, con su cara, de tan rara, bella, rescatan la alegría del fútbol como algo lúdico, término ahora ahogado bajo toneladas de dinero.
Ronaldo de Assis, Ronaldinho Gaucho, desafía con éxito las tropelías del dinero que ha intentado con zancadillas quitarnos la alegría del juego, comprándola con el vil metal, para combatirlo con un tsunami de partidos , para intoxicarnos a través de la televisión, viendo partidos de liga, copa del rey, copa de confederaciones, copa libertadores, recopa, copa sudamericana, supercopa, copa de campeones, copa de ligas de europa, mundial sub 17, sub 20, preolímpicas, olímpicas,copa mundial de clubes, copa suruga, la gran cita ecuménica del Mundial, y así ad infinitum. Las cantidades obscenas de dinero que se mueven, desdibujan el concepto del juego.
Los dientes torcidos de la pícara y permanente sonrisa y chispeante mirada de Ronaldinho, su placer por el baile, su talento, su juego pimentósamente genial, con su cara, de tan rara, bella, rescatan la alegría del fútbol como algo lúdico, término ahora ahogado bajo toneladas de dinero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario