Después del eufórico, casi hipomaníaco discurso de la prestante dama, Gabriela Ribadeneira, la joven (29 añitos dicen) Presidenta de la Asamblea, bella, dulce, pero firme pastorcita que se encargará de pastorear a la manada de borregos y ovejas, con sus lugartenientes ,la verborreica Rosana Alvarado, a quien se le reconoce por la aguja de vitrola con la que fue vacunada en Cuenca,
y la inefable señora Marcela Aguiñaga, hermana, si no me equivoco de un honesto y emprendedor vendedor de visas, y que substituye al arquitecto Fernando Cordero, (a) el sinverguenza descarado quien pasó a ver que le ordenan hacer en el IESS, y del discurso de Correa, la sesión solemne dió paso a la pachanga millonaria en el Parque (?!) Bicentenario, con tarima, canciones pagadas a los bardos de Pueblo Viejo, y otros renombrados artistas, con pantallas gigantes, 8 torres de sonidos, un palacio de diamantes, un kiosko de malaquita, setecientos elefantes y un gran manto de tisú, y una gentil princesita, tan bonita, Gabrielita, tan bonita como tu.
Esa eufórica masa venida, seguramente montada en elefantes, de todos los rincones de la patria altiva i soberana(país). de motu propio , con gorritas y camiseta verde claras, fueron testigos de
un fabuloso espectáculo de juegos pirotécnicos, en una celebración histórica, casi histérica, :"Ya tenemos presidente".
Muy bien. Pero quien paga esa fiesta.Porque en Baños no hay un equipo decente de Rx. y para eso
no hay dinero, al parecer, y/o voluntad política para invertir en esas nimiedades.
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