sábado, 20 de octubre de 2012

TU PITARÁS

Este era un señor de clase media media, que trabajaba más como un funcionario de carrera, que como un burócrata habituado. De mandos medios, centrado y tranquilo.

Ni rico ni pobre, no le sobraba ni le faltaba nada.

Un día ,cosa inusual, le mandaron al exterior por una tarea del trabajo.

Tenía seis hijos. Gran revuelo en la casa, noveleros y entusiasmados, por el dichoso viaje, cosa que el tomaba en cambio, más como otra responsibilidad de la oficina, y no como de placer o de turismo.

Cuando se disponía a salir al campo de aviación, reunió a sus hijos, los puso en una linea , y les preguntó que quería, que les trajese.(En esa época , no se llamaba aeropuerto)

El mayor , pidió un tren eléctrico. La segunda una gran casa de muñecas, el tercero una bicicleta, el cuarto una filmadora de 8 milímetros y la quinta,  que compartía los gustos de su hermano, un proyector y una pantalla.

El padre tomaba nota en una libretita. Cuando le tocó al más chico de sus niños. Le dijo: y tu, que quieres que te traiga?. El niño le miró y le dijo: Un pito.

Los abrazó a todos uno por uno, y se despidió cariñosamente de su esposa, pues ya afuera le esperaba el carro de plaza (entonces no se llamaban taxis).

Abrazó nuevamente a cada uno de sus hijos, y cuando abrazó al menor, le dijo, en tono tranquilo,
"Tú pitarás."


sábado, 6 de octubre de 2012

A DONDE VAN LOS PASTORES?

Es un sábado gris en Quito. El cordonazo de San Francisco mandó sus heraldos hechos de granizo, el 3 de Octubre. Con un día de anticipación. Comenzó la época de lluvias, de frío, que aqui podríamos bautizarlo como el invierno tórrido , por la latitud en que se asentó nuestro país.
Los agricultores sonreirán , la tierra beberá y verá fertilizarse el humus. Se aliviarán los optimistas y se angustiarán los pesimistas pensando que se avecinan diluvios, inundaciones y deslaves.
El mundo seguirá girando rutinariamente...

Pero ha estallado el parto del comercio en tsunamis, los correos electrónicos con irresistibles tentaciones de consumo invadirán la red hasta saturarla, las tarjetas de crédito ofertarán sus gangas
con adornos de millas de viaje, para viajar para consumir afuera, las millas se devaluarán a kilómetros, dependiendo del brillo de dichas tarjetas, ora plateadas, ora doradas, ora platinadas.

El círculo que rodea los centros comerciales se dilatará amenazante, castigándonos con un asfixiante tráfico vehicular. los taxis se tornarán escasos por el fenómeno híbrido de la lluvia y del desaforado afán de llegar primero a los locales comerciales, de los atestados "shoping centers".
los chicos andarán con zapatos de calle, con agujeros en las suelas de tanto jugar fútbol en las canchas de cemento, hasta llegar a sus casas con las medias empapadas, sin que les moleste o les importe, dada la envidiable resistencia de su juventud lozana.


Es que ha comenzado el largo y tedioso parto , desnaturalizado por los mercaderes que invaden los templos, de un niño , que dicen, nació un 25 de Diciembre, hacen ahora 2012 años. (No hay prueba que demuestre la veracidad de la fecha)  en Belén, en un pesebre , vino a la vida para redimir a los hombres con su propia inmolación a los 33 años de edad, para que los hombres se espiritualizen y se solidarizen más, y cosuman menos. No solamente que aró en el mar y sembró en el viento, sino que se apropiaron de esa fecha para fomentar una conducta desbocada, de lo que él quería impedir.

En algunos países como España, los regalos se los traían a los niños los reyes magos, en algún país nórdico, fue San Nicolás a principios de Diciembre. Mas, aqui nos adherimos a un impostor con nariz de cervezero, que vino de los Estados Unidos de América, apodado de Santa Clauss, o coloquialmente conocido como Santa.


La leyenda dice que apenas ,unos humildes pastores, fueron los testigos del nacimiento del "hijo de Dios" hecho hombre. En Enero, cuando la navidad se acabe, y en la resaca innumerable que nos deja Diciembre, y comienzan a llegar las cuentas por cobrar, me quedo pensando a dode se fueron los pastores, a quienes ya no veo.