Esta semana, a sus 78 años, murió Daniel Viglietti. Músico , intérprete formado en guitarra clásica,
hijo de músicos. Padre y madre profesionales de la música. Él dió clases de guitarra. Tenía además
un notable talento con el lenguaje. Poeta enérgico y sabio. Desde los sesenta, en los inicios de esa
década dorada, se dedicó a la canción popular. Le unía una entrañable amistad con Mario Benedetti.
Con Eduardo Galeano. Con Joan Manuel Serrat.
Pero sobre todo era un hombre íntegro. Tenía esa consistencia de vida, de ideas, de compromiso ,
que lo caracterizó por su coherencia. Nunca se vendió. Saltó la canción de barricada, de "slogans",
para llegar al humanismo. Como dijo Mujica, sembró semillas de utopía en cada canción.
El tradujo al español, la poesía portugesa-brasileña de Chico Buarque, para publicar su disco en
castellano. Lo hizo en Cuba. No se dejó seducir por la vanidad y la fama, por los privilegios, por
la frivolidad. Vivir no es durar. Es vivir. Gracias "Flaco". Te extrañaremos con tu pinta de Menotti.
Con tu dulzura de poeta, con tu generosidad incontestable. La herencia que dejaste es un ejemplo.
Con Correa, hincha a muerte del Emelec , el equipo de sus amores quedó tricampeón. Cómo 2 veces
fue tricampeón "El Nacinal", en la época de la dictaduras militares.
Aucas, que acaba de ascender a la Serie "A", y capaz acaba de primero, y disputando un cupo para
